Entender la obesidad: No es pereza, es una enfermedad
La obesidad es una enfermedad compleja con múltiples factores involucrados (1). Sin embargo, sigue existiendo la creencia errónea de que es simplemente una cuestión de fuerza de voluntad (1).
Durante años, la obesidad se ha asociado con la falta de disciplina o los malos hábitos, pero la realidad es mucho más compleja. Son varios los factores que influyen en su desarrollo, por lo que no se trata solo de comer menos y moverse más. Comprender la obesidad desde una perspectiva médica y científica permite abordar soluciones más efectivas e individualizadas, alejarse de los estereotipos y luchar contra el estigma social1.
¿Qué es la obesidad y cuáles son sus causas?
La obesidad es una enfermedad de elevada prevalencia, compleja, multifactorial, crónica y recidivante que se asocia con la aparición de más de 200 complicaciones1. Eso significa que la obesidad no es falta de voluntad, sino una enfermedad crónica caracterizada por un exceso de grasa corporal que afecta negativamente a la salud1.
Normalmente, la obesidad se mide mediante el Índice de Masa Corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso en kilogramos por el cuadrado de su estatura en metros2. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera obesidad cuando el IMC es igual o superior a 30 kg/m2.1 Sin embargo, no es una medida de salud y solo se basa en el peso, sin tener en cuenta otros factores importantes, como la composición corporal y la distribución de la grasa en el organismo1, por lo que esta medición resulta simplista. Como consecuencia, están surgiendo nuevas evaluaciones que se proponen para el diagnóstico de la enfermedad4.
¿Por qué cuesta tanto perder peso?
Las personas que viven con obesidad pueden sentirse atrapadas después de varios intentos fallidos de pérdida de peso debido a factores que están fuera de su control, o pueden encontrarse en un ciclo de pérdida y recuperación de peso5. Al tratar de mantener la pérdida de peso, la resistencia biológica podría generar un incremento del hambre, falta de saciedad y cambios en el metabolismo6. Es decir, una serie de procesos que van en contra de los esfuerzos de pérdida de peso de la persona6.
Por ello, es importante profundizar en las razones por las que puede ser difícil perder peso y empezar a abordar las causas subyacentes de esta enfermedad para tomar el control de la obesidad7,8.Además, es esencial que las personas con obesidad no se sientan culpables y entiendan que no todos los factores están bajo su control y que conozcan la resistencia biológica de su cuerpo para frenar la pérdida de peso7.

¿Cuál es el tratamiento más efectivo para la obesidad?
Lo primero que hay que tener claro es que el tratamiento para la obesidad es diferente para cada persona, aunque siempre debe tener una perspectiva integral. Hay enfoques, como terapia psicológica, cambios en el estilo de vida, medicamentos o incluso intervenciones quirúrgicas1.
El primer paso es consultar a un médico para que analice su caso y evalúe los factores que influyen en el aumento de peso, así como el posible diagnóstico de complicaciones relacionadas. El médico puede ayudar a encontrar las mejores opciones de tratamiento para cada caso1.
Además de cambios en el estilo de vida para mejorar la alimentación y el ejercicio, los tratamientos farmacológicos pueden ser otra herramienta a considerar por el médico, que siempre se acompañarán con hábitos de vida saludables. Por último, la cirugía bariátrica también puede ser una opción para las personas con obesidad1. Esta intervención consiste en realizar cambios en el sistema digestivo para ayudar a la pérdida de peso en personas con obesidad1.
En cualquier caso, no existe un único tratamiento contra la obesidad y el enfoque puede ser diferente para cada persona1. Acudir al médico es el primer paso para perder peso y ganar salud.
La obesidad es una enfermedad, no una elección. Ten una conversación diferente con tu médico para lograr un cambio real en la pérdida de peso.
*Material informativo divulgativo. En caso de duda consultar con su médico.
1. Guía española GIRO. Guía española del manejo integral y multidisciplinar de la obesidad en personas adultas. Sociedad Española de Obesidad (SEEDO). https://www.seedo.es/index.php/guia-giro. Último acceso: junio 2025
2. Rippe JM, Hess S. The role of physical activity in the prevention and management of obesity. J Am Diet Assoc. 1998;98(10 Suppl 2):S31-8
3. Speakman JR, Levitsky DA, Allison DB, Bray MS, de Castro JM, Clegg DJ, et al. Set points, sealing points and some alternative models: theoretical options to understand how genes and environments combine to regulate body adiposity. Dis Model Mech. 2011;4(6):733-45.
4. Rubino F, Cummings DE, Eckel RH, et al. Definition and diagnostic criteria of clinical obesity. Lancet Diabetes Endocrinol. 2025 Mar;13(3):221-262. doi: 10.1016/S2213-8587(24)00316-4
5. Hall KD, Kahan S. Maintenance of lost weight and long-term management of obesity. Med Clin North Am. 2018;102(1):183-197.doi:10.1016/j.mcna.2017.08.012
6. Ochner CN, Barrios DM, Lee CD, Pi-Sunyer FX. Biological mechanisms that promote weight regain following weight loss in obese humans. Physiol Behav. 2013;120:106-113. doi:10.1016/j.physbeh.2013.07.009
7. Greenway FL. Physiological adaptations to weight loss and factors favouring weight regain. Int J Obes (Lond). 2015;39(8):1188–1196.doi:10.1038/ijo.2015.59
8. MacLean PS, Bergouignan A, Cornier MA, Jackman MR. Biology's response to dieting: the impetus for weight regain. Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol. 2011;301(3):R581-R600. doi:10.1152/ajpregu.00755.2010